Imane Touriss posee un toque de balón como pocas jugadoras en la liga. La centrocampista del Grasshopper Club Zurich impresiona por su refinada técnica y su profundo conocimiento del juego. Pero también destaca por un detalle singular: Imane Touriss es la primera jugadora en la historia de la Superliga Femenina en usar un pañuelo en la cabeza. CH Media, la entrevistó en las instalaciones del club en Niederhasli.
Viste una camisa blanca, un suéter de cuadros sin mangas, calcetines blancos, pantalones negros y botines beige. Con su estilo decidida, el pañuelo casi pasa desapercibido. Se acerca, estrecha la mano de la periodista y se presenta con una amplia sonrisa: "Hola, soy Imane".
Imane evita los conflictos
El verano pasado, la futbolista dejó el Guingamp para unirse al Grasshopper, donde firmó un contrato de dos años. Durante el anuncio oficial, el club la presentó como delantera. Sin embargo, bajo la dirección del entrenador João Paiva, la joven de 20 años termina jugando como lateral derecha. «Así es el fútbol», sonríe Imane.
Imane Touriss es conciliadora por naturaleza. Prefiere evitar las confrontaciones y concentrar toda su energía en el juego, incluso si a veces eso significa comprometer su fe.
Hija de madre francesa y padre marroquí, la joven es musulmana y lleva el hiyab desde hace dos años. Cuando fichó por el subcampeón suizo, creyó erróneamente, como descubriría más tarde, que tendría que quitarse el velo en el campo. Se preparó mentalmente para ello.
Esta convicción surge de la polémica situación en Francia, país donde Imane jugó anteriormente. La Federación Francesa de Fútbol (FFF) prohíbe todos los símbolos religiosos en el terreno de juego. Cuando firmó su primer contrato profesional con tan solo 17 años, tuvo que aceptar renunciar al uso del velo durante los partidos y entrenamientos. «Me entristeció mucho», confiesa Imane.
La Federación Suiza de Fútbol permite el uso del velo.
Pensando que la prohibición también se aplicaba en Suiza, el representante de Imane informó al Grasshopper Club Zurich (GC) durante las negociaciones del contrato que su jugadora entrenaría con velo, pero jugaría los partidos sin él. «Al principio, no le dimos mucha importancia», admite el director deportivo Theo Karapetsas.
Así, Imane jugó sus dos primeros partidos de liga sin velo, a pesar de que el reglamento de la Federación Suiza de Fútbol (FSF) no lo exige. «La FSF promueve la diversidad, la tolerancia y el respeto. Esto incluye la posibilidad de usar prendas que cubran la cabeza por motivos religiosos», explica Dominik Erb, jefe de comunicación del fútbol femenino de la federación. La FSF, al igual que la FIFA y la UEFA, se rige por las reglas oficiales establecidas por la International Football Association Board (IFAB).
Desde 2014, a las futbolistas de la liga se les permite usar velos religiosos durante los partidos, siempre que respeten ciertas reglas: el color debe coincidir con el de la camiseta, el accesorio no debe presentar ningún riesgo para la jugadora ni para sus oponentes, y no debe transmitir ningún mensaje prohibido.
La prohibición que enfrentó Imane en Francia es una excepción en Europa. La decisión de las autoridades de prohibir a sus atletas usar velo durante los Juegos Olímpicos de París 2024, bajo el pretexto del laicismo, ha desatado una acalorada controversia internacional. Expertos de las Naciones Unidas y varias organizaciones de derechos humanos han denunciado la medida como discriminatoria.
Pero este no fue el primer intento de Francia: es el único país de Europa que prohíbe el velo en ciertos deportes, como el baloncesto, el voleibol y el fútbol. En febrero de 2025, el Senado incluso aprobó una ley destinada a extender esta prohibición a todos los deportes.
“No quería causar problemas”.
En este contexto, es comprensible que Imane no se informara sobre la normativa vigente en Suiza ni insistiera en llevar el pañuelo durante los partidos. A sus 20 años, la joven jugadora ya estaba contenta de poder entrenar con él, un privilegio del que no había disfrutado en Francia. “No quería causar problemas”, afirma sencillamente.
Unas semanas después de su llegada, la situación empezó a cambiar gracias a su entrenador, João Paiva. “Me gusta reír. Creo que el entrenador notó, durante los primeros partidos, que me veía un poco más triste cuando jugaba sin el pañuelo”, explica Imane.
El club realizó las averiguaciones pertinentes y descubrió que, según la normativa de la Federación Suiza de Fútbol (ASF) y la UEFA, Imane tenía todo el derecho a llevar el pañuelo tanto en los partidos de liga como en las competiciones europeas. Durante el partido en casa contra el club kazajo BIIK Shymkent, a principios de septiembre, puso en práctica esta autorización por primera vez.
Hoy, Imane es la única (y muy probablemente la primera) jugadora de la Superliga Femenina que juega con velo. En cualquier caso, la federación suiza desconoce cualquier precedente en los 55 años de historia de la liga.
La jugadora del Grasshopper Club Zurich agradece el apoyo de su club y su entrenador, quienes tomaron las medidas necesarias para que pudiera jugar de acuerdo con sus creencias. «Para mí, es importantísimo. Por fin me siento yo misma en el campo, completamente libre», afirma. Y añade, entre risas: «¡Soy la persona más feliz del mundo!», informó Watson.ch