Zahra Ali, una joven de 23 años, se destaca en Afganistán como una innovadora en el sector energético al haber desarrollado un sistema único de fabricación de baterías portátiles, limpias y renovables desde su hogar en Kabul.
Su trabajo es particularmente notable dado el contexto de restricciones severas impuestas por los talibanes desde agosto de 2021, que limitan la movilidad, educación y participación de las mujeres.
Según recoge la agencia Efe, Ali ha creado un dispositivo que proporciona acceso a electricidad de corriente alterna y continua incluso en las áreas más remotas del país, abordando así la crítica falta de energía eléctrica.
Según Ali, una persona de cualquier población remota de Afganistán "puede tener acceso a electricidad de corriente alterna y continua incluso en las zonas más inaccesibles de Afganistán con estos bancos de energía".
Con la guía del ingeniero Hasibullah Naibkhil, Ali ha establecido un taller donde lidera a un equipo de cinco personas en la manufactura artesanal de estas baterías.
A pesar de los avances, Zahra se enfrenta a retos significativos, como la escasez de recursos económicos para adquirir los dispositivos necesarios, lo que la obliga a realizar gran parte del trabajo manualmente.
La incursión de Zahra Ali en el sector energético comenzó por orientación del ingeniero Hasibullah Naibkhil, un ingeniero con experiencia en Dubái. Juntos, establecieron un pequeño taller y ahora lideran un equipo de cincos personas que fabrica artesanalmente cada dispositivo.
"Lamentablemente, la mentalidad de los gobernantes en Afganistán es que si una chica quiere trabajar(...) piensan que va a la oficina con malas intenciones", relató.
Para evitar el acoso, Ali a menudo es presentada como la esposa de Naibkhil.
"A veces incluso algunos funcionarios o personas lo llaman deshonroso por llevar a su 'esposa' al trabajo", confesó, y dijo que él ha asegurado que nunca dejará de apoyarla.