Aresbank quiere desarrollar en España un servicio de banca islámica para sus clientes corporativos y también para aquellos otros de bancos socios que necesiten acceder a depósitos y gestionar su tesorería con reglas que cumplan con la Sharia.
"Hemos trabajado durante gran parte de 2024 para asegurarnos de que desarrollamos un producto que se adapte a la regulación (sobre todo financiera y fiscal) vigente en España. Contamos con el asesoramiento de expertos en la materia, que nos han llevado a decidirnos por la figura del Wakalah, que es la que mejor se adapta al entorno en el que operamos, a la demanda de nuestros clientes, y a la estrategia de Aresbank", indica su consejero delegado y director general, Javier Sierra. "Confiamos en poder ejecutar las primeras transacciones en la primera mitad del año en curso", agrega.
La banca islámica se rige por los principios de la Sharia que prohíbe cobrar intereses por los créditos que otorga y limita los activos donde invertir.
En materia de financiación, las entidades utilizan un mecanismo de participación en los resultados de los proyectos o compañías a los que sus clientes destinen los créditos, compartiendo los riesgos y pérdidas o beneficios.
La banca ofrece también productos de ahorro e inversión, pero solo pueden dirigir el patrimonio de clientes a proyectos que respetan los preceptos del Islam que prohíbe, entre otras actividades, invertir en las que son especulativas, aquellas relacionadas con el alcohol, carne de cerdo, armas de fuego, tabaco, pornografía o juegos de azar.
El modelo Wakala elegido por Aresbank es un contrato donde un inversor (conocido como muwakkil) acuerda con un administrador (denominado wakeel) que gestione una inversión en su nombre a cambio de una comisión, según informa el Economista.
Aresbank fundado en 1975 como entidad española de capital libio y supervisada por el Banco de España, es especialista en operaciones de comercio exterior entre España y el mundo árabe.