La cadena de cafeterías estadounidense Starbucks está sufriendo importantes pérdidas debido a las campañas de boicot lideradas por activistas pro palestinos.
Estas acciones se lanzaron tras el inicio de los ataques israelíes contra Gaza en octubre de 2023, acusando a la empresa de apoyar indirectamente a Israel.
Durante un viaje a los Emiratos Árabes Unidos, Brian Niccol, presidente del consejo directivo de Starbucks, reconoció el impacto negativo de este boicot en las ventas e instó a los consumidores a detener estas acciones.
Sin embargo, la movilización sigue intensificándose, especialmente en Estados Unidos, donde los activistas han organizado manifestaciones simbólicas frente a las cafeterías Starbucks, denunciando su supuesta implicación con Israel.
Según Bloomberg, el valor de las acciones de Starbucks cayó 12.000 millones de dólares, registrando su caída más larga desde su fundación en 1992. En respuesta, la compañía planea abrir 500 nuevas tiendas y crear 5.000 puestos de trabajo en el Medio Oriente durante los próximos cinco años, con la esperanza de reactivar su negocio.
Los manifestantes señalan que cada compra en Starbucks contribuye, según ellos, a la continuación de la violencia contra los palestinos. Su campaña es parte de un movimiento de boicot económico más amplio dirigido a empresas percibidas como cómplices de las políticas israelíes en Palestina.