El conflicto que sacude Oriente Próximo entre Israel y los palestinos también está teniendo sus repercusiones en el mundo del deporte. El partido de la décima jornada de LaLiga EA Sports entre Osasuna y el Granada arrancó con la exhibición de numerosas banderas palestinas en uno de los fondos del estadio de El Sadar.
El partido ya venía cargado de connotaciones relativas a ese conflicto bélico desde mucho antes de que el Granada viajase a tierras navarras. De hecho, el delantero israelí Shon Weissman tuvo que quedarse en tierras nazaríes por motivos de seguridad, después de haberse pronunciado en redes sociales a favor de su país y de haber sido increpado por ello incluso por algunos de sus propios aficionados.