El ex delantero del Liverpool, y actual jugador de Al- Nassr de Arabia Saudita, se crió entonces en las calles de su pueblo y con los años, lo vieron en un torneo intercolegial. “Ese torneo me obligaba a ir a estudiar al colegio, sino, nunca hubiera ido”, le dijo años más tarde el jugador a su anterior club, Liverpool de Inglaterra en una entrevista para el sitio oficial.
Ya un poco mayor, Sadio Mané fue a probarse a Dakar. Fue a la primera práctica con los zapatos rotos. Pero comenzó a mostrar su fútbol a los entrenadores de la academia Génération Foot de Senegal y todos quedaron asombrados.
En esa academia, siguió deslumbrando con más goles que partidos jugados y así fue que Metz de Francia se interesó en su contratación.
Sufrió el racismo en ese país, pero siguió destacándose con la pelota, tanto que lo contrató Salzburgo de Austria y de allí directo a la Premier League de la mano de Southampton, antes de jugador en el Liverpool, después en el Bayern de Munich y hoy en el fútbol Saudita.
Sadio Mane, el actual jugador del Itihad de Arabia Saudita, realizó varias acciones filantrópicas en su país natal, Senegal, donde vivió una infancia difícil que no duda en recordar. “Pasé hambre, tuve que trabajar en el campo; sobreviví tiempos difíciles, jugué a fútbol descalzo”, señaló en sus declaraciones. También insistió en su intención de ayudar a que la situación sea diferente para sus compatriotas: “hoy con lo que gano gracias al fútbol, puedo ayudar a mi gente”.
Entre las cosas que quiso destacar el jugador está la construcción de escuelas o un estadio; la entrega de dinero a familias necesitadas; el regalo de camisetas del Liverpool a niños de su pueblo; o el reparto de ropa, zapatos y comida para los más necesitados. “Además, doy 70 euros al mes a toda la gente de una región muy pobre de Senegal para ayudar a su economía familiar”, añadió.
Sadio Mané fue el primer jugador en levantar el Premio Sócrates 2022 como el futbolista más solidario de los últimos tiempos en la ceremonia del Balón de Oro.