AIN.- En el anochecer del viernes 2 de marzo de 2012 había fallecido el Presidente del Centro Islámico de la República Argentina, nuestro hermano Al-Haÿÿ Samir Salech (Dios le conceda Su Paz y Protección). El hecho se produjo mientras participaba de la sesión inaugural del Congreso “Medios para promover el bienestar de las comunidades musulmanas en América Latina y el Caribe” que se desarrollaba en el Centro Cultural Islámico Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas Rey Fahd.

Los primeros tiempos

Samir Salech había nacido en Damasco, capital de la República Árabe de Siria, el jueves 22 de julio de 1948. Hijo de Sobjie Bacach y Yusef Salech. Su hermana, nacida más tarde, sería Kaltun Salech. Con nueve meses de edad Samir arribó con su familia a Buenos Aires. Muy pronto los Salech se trasladarían a la provincia de Mendoza donde tendrían una gran amistad con la familia de Muhammad Massud (1923-2010), posteriormente varias veces presidente del CIRA (entre 1965-1993).

Finalmente, los Salech se establecieron definitivamente en Buenos Aires. La primera época en la gran metrópolis la pasaron en el barrio de Floresta. Allí Samir comenzó a forjarse su futuro con empeño y dedicación empezando desde cero. Samir, solo y sin ningún tipo de ayuda, comenzó trabajando de vendedor y gracias a su ingenio, perseverancia y entusiasmo logró ascender y posicionarse económicamente hacia 1975, logrando establecerse con local propio en Constitución y Catamarca, en pleno corazón de San Cristóbal.

Ese mismo año conoció a Victoria El Souki, cuyos padres eran originarios de la localidad de Yabrud (Siria). Victoria sería la gran compañera de toda su vida. Con ella se casaría el viernes 22 de julio de 1977. Samir y Victoria tendrían dos hijos: Yamila Maysah Salech (nacida el 10/8/1991) y Farid Samir Salech (16/4/1995).

Samir siendo de extracción humilde, y con un enorme corazón humilde, consecuentemente tuvo una gigantesca sensibilidad para los humildes. Por eso, se sintió parte de la corriente nacional y popular. Militante es aquel que intenta transformar el mundo con su ejemplo; sabe que decir lo que se piensa y hacer lo que se dice es el arte mayor de una noble práctica. Samir Salech siempre hizo lo que pensaba y decía. Y esa fue una de sus virtudes y prácticas inolvidables.

Dirigente islámico

Para Samir el Islam siempre fue lo más importante, aquello que le ocupaba la mayor parte del tiempo, lo que conmovía profundamente su alma. Consecuentemente, comenzó a colaborar con el Centro Islámico de la República Argentina.

En el período 2003-2005, durante la presidencia del Lic. Adel Mohammed Made (1940-2005), Samir Salech fue el Tesorero de la institución. Anteriormente se había desempeñado como el Representante Legal del Colegio Argentino Árabe Omar Bin Al Jattab del CIRA.

En las elecciones de diciembre de 2005 obtuvo la mayoría y fue elegido presidente. El viernes 23 de abril de 2010 se celebraron nuevas elecciones en el Centro Islámico donde ganó la Lista Verde encabezada por Samir Salech (Presidente), el Lic. Fabián Ankah (Vicepresidente) y el Dr. Sumer Noufouri (Secretario General). La participación de los socios fue masiva y el acto eleccionario se destacó por su espíritu fraternal y democrático.

Logros y realizaciones

La desaparición de Samir Salech es únicamente física, pues permanecerá siempre entre nosotros. Él vivió y trabajó toda su vida de acuerdo a ese dicho del Profeta Muhammad (ByP) que dice: “Haz para este mundo como si en él fueras a vivir siempre, y por el otro como si fueras a morir mañana”.
Desde que asumió como Presidente del CIRA, en enero de 2006, se propuso una serie de objetivos que logró plasmar en los seis años siguientes. Nunca antes la institución que representa a todos los musulmanes y musulmanas de nuestro país había registrado una actividad tan intensa y meritoria.

Entre los numerosos eventos destacados se pueden citar las dos visitas de la Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner al CIRA (abril de 2009 y septiembre de 2010), la llegada de una delegación encabezada por el Presidente de Palestina, Dr. Mahmud Abbas (noviembre de 2009) y el desfile de la Comunidad Islámica Argentina en la Avenida 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires, en ocasión de la celebración del Bicentenario de la Patria (mayo de 2010).

Samir junto con los miembros de la Honorable Comisión Directiva del CIRA se preocupó por el espíritu y la salud de la juventud musulmana argentina. Por esa razón llevó adelante la organización de dos “Encuentros Juveniles Islámicos” en 2009 y en octubre de 2010 en la Unidad Turística de Embalse Río Tercero, provincia de Córdoba.

En 2009, Samir impulsó las obras para una ampliación de la Mezquita Al-Ahmed que fue inaugurada con la participación del Secretario de Culto de la Nación, Embajador Guillermo Oliveri.

Samir Salech fue cofundador, junto al Secretario General del CIRA, el Dr. Sumer Noufouri, del programa radial “La Voz del Islam”, en enero de 2009 y que se irradió sucesivamente por las radioemisoras Splendid, Argentina y Cooperativa hasta mayo de 2011.

Igualmente, fue cofundador con el Dr. Noufouri de la Agencia Islámica de Noticias (AIN) en mayo de 2010, y del Programa “El Cálamo y su mensaje”, organizado conjuntamente con la Televisión Pública a partir de mayo de 2011.

Dirigente humilde y silencioso, bregó incansablemente por la unidad de todos los sectores de la colectividad árabe, cristianos y musulmanes, y por la consolidación de una activa y solidaria interacción con católicos, judíos, armenios y otras confesiones religiosas. Precisamente, en septiembre de 2010, luego de un acuerdo con el Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de Argentina, Monseñor Jorge Mario Bergoglio, se llevó a cabo en el CIRA de la Presentación del Diálogo Islamo-Cristiano.

También gracias a la iniciativa de Samir Salech, en noviembre de 2009 se instituyó el Premio Averroes del CIRA para ser entregado a aquella persona sobresaliente por su solidaridad y permanente vocación de servicio con la comunidad islámica argentina. El primer galardonado fue el Secretario de Culto de la Nación, Embajador Guillermo Oliveri (2009), luego el Subsecretario de Obras Públicas, Ingeniero Abel Fatala (2010) y recientemente el Embajador de la República Árabe de Siria, Dr. Riad Al Sineh (2011).

A principios de noviembre de 2010, Samir Salech llevó a cabo la Santa Peregrinación del Islam, Al-Haÿÿ. Al regresar brindó este testimonio publicado en ‘La Voz del Islam’, el órgano oficial del CIRA, en enero de 2011: «Agradezco a Dios que me dio esta oportunidad de cumplir con el quinto pilar del Islam. He aprendido mucho y he tomado plena conciencia del poder de Dios y le ruego a Él que acreciente mi fe. Igualmente, ruego a Dios que todos los musulmanes y las musulmanas tengan la posibilidad de realizar la Peregrinación.»

Samir Salech fue el artífice de que el Colegio Omar Bin Al Jattab del CIRA se convirtiera en confesional. Igualmente logró la construcción de la Sala Velatoria en el CIRA que fue inaugurada con su propio sepelio.

Otro gran emprendimiento logrado por el incansable empeño de Samir fue la firma de un convenio de investigación, desarrollo, colaboración técnica y académica en materia de diversidad cultural, religiosa y étnica en diciembre de 2011 con la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica y la Universidad Nacional de Lanús. La firma de este convenio posibilitó el surgimiento de DIVERSIA, un centro que permitirá, por primera vez, la capacitación de todos los empelados de la administración pública en temas relacionados con el Islam y los musulmanes en la Argentina en consonancia con los objetivos estatutarios del CIRA.

Asimismo, Samir dejó las pautas para la implementación de la Universidad Islámica del CIRA que incluye múltiples objetivos religiosos, académicos y culturales.

Samir Salech no se ha ido, pues, sino que ha decidido quedarse entre nosotros para que su ejemplo de vida y esfuerzos dinámicos y altruistas siga alentándonos a vivir con entusiasmo nuestra tarea diaria que es la construcción de los puentes de la paz, la concordia y la solidaridad como nos enseñaron los Profetas del Único Misericordioso.