Lluvias invernales azotaron la Franja de Gaza durante el fin de semana, inundando los campamentos con charcos hasta los tobillos mientras los palestinos desplazados por dos años de guerra intentaban mantenerse secos en tiendas desgastadas por meses de uso.
En tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, viajó a Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump en Florida y discutir la segunda fase del alto el fuego entre Israel y Hamás. La primera fase, que entró en vigor el 10 de octubre, tenía como objetivo aumentar la entrada de ayuda humanitaria para Gaza, incluyendo suministros para refugiarse.
En la ciudad sureña de Jan Yunis, las mantas estaban empapadas y los hornos de barro para cocinar estaban inundados. Niños con sandalias chapoteaban en los charcos. Algunas personas usaban palas o latas de metal para sacar agua de las tiendas. Otros cavaban en el suelo para liberar refugios colapsados del barro.
“Se encharcó y había un mal olor”, dijo Majdoleen Tarabein, quien fue desplazada de Rafah, en el sur de Gaza. “La tienda voló. No sabemos qué hacer ni a dónde ir”.
“Cuando nos despertamos por la mañana, encontramos que el agua había entrado en la tienda”, dijo Eman Abu Riziq, también desplazada en Jan Yunis. “Estos son los colchones. Están completamente empapados”.
Dijo que su familia aún se está recuperando de la muerte de su esposo hace menos de dos semanas.
“¿Dónde están los mediadores? No queremos comida. No queremos nada. Estamos agotados. Sólo queremos colchones y cobertores”, dijo Fatima Abu Omar, mientras intentaba apuntalar un refugio colapsado.
Al menos 12 personas, incluido un bebé de dos semanas de nacido, han muerto desde el 13 de diciembre por hipotermia o colapsos de viviendas debido al clima, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Los trabajadores de emergencia han advertido a las personas que no permanezcan en edificios dañados, ya que podrían colapsar. Pero con gran parte del territorio en ruinas por los combates, hay pocos lugares para escapar de la lluvia. En julio, las Naciones Unidas estimaron que casi el 80% de los edificios en Gaza han sido destruidos o dañados por la guerra.
Desde que entró en vigor el alto el fuego entre Israel y Hamás, 414 personas han muerto y 1.142 han resultado heridas en Gaza, según el Ministerio de Salud. El número total de muertes palestinas por la guerra es de al menos 71.266. El ministerio, que no distingue entre combatientes y civiles en su conteo, está compuesto por profesionales médicos y mantiene registros detallados que son considerados generalmente confiables por la comunidad internacional.