El Centro Islámico de la República Argentina, emitió un comunicado donde hace llegar un afectuoso y fraternal saludo con motivo de las próximas fiestas y, de manera especial, en ocasión de la celebración de la Navidad. 

Texto del comunicado:

Y dijo el ángel “….. tan solo soy el mensajero de tu Señor, encargado de agraciarte con un hijo inmaculado” Contestó María ¿Cómo podría tener un hijo si ningún humano me ha tocado? ¡Así será!...... haremos de él un milagro para los humanos, y será una prueba de misericordia. Y fue una orden irrevocable. (Corán 19:19-21)

Con respeto y con la más alta consideración, deseamos hacerte llegar, en nombre del Centro Islámico de la República Argentina un afectuoso y fraternal saludo con motivo de las próximas fiestas y, de manera especial, en ocasión de la celebración de la Navidad. Este tiempo ofrece una valiosa oportunidad para la reflexión interior, la renovación del espíritu y el fortalecimiento de los vínculos humanos y comunitarios. La conmemoración del nacimiento de Jesús invita a volver la mirada hacia los valores de la paz, la compasión, la justicia y la esperanza.

En este marco, deseamos también destacar la figura de María (Sobre ella sea la paz), honrada con especialísima estima en nuestro país y siendo para el Islam una de las mejores mujeres de la creación, ejemplo de entrega, dignidad y confianza en Dios. Su presencia, apreciada y venerada en ambas tradiciones, constituye un puente espiritual que recuerda la importancia de la humildad, la apertura interior y el cuidado de la vida.

Con sincero aprecio, expresamos nuestros mejores deseos de paz y bienestar para ustedes, para las comunidades que acompañan y para todos aquellos que participan de estas celebraciones. Que este tiempo sea ocasión de encuentro, diálogo y esperanza compartida.

Al volver a su pueblo, le preguntaron a María de donde había venido ese niño, ella les señaló a recién nacido y dijo que le preguntaran a él…… ¿Cómo vamos a preguntarle a un niño que recién ha nacido?, le dijeron.

Y dijo Jesùs, “Por cierto que soy el siervo de Dios, quien me concederá el libro y me designará profeta. Me hará benefactor donde quiera que esté y me encomendará la oración y la ayuda mientras viva. Y me hará piadoso con mi madre, y jamás permitirá yo que sea soberbio. La paz fue conmigo desde el día que nací, será conmigo el día que muera y el día que sea resucitado. (Corán 19:27-34)