El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por José Luis Martínez-Almeida (PP), ha incluido en los Presupuestos Municipales de 2026 una partida económica destinada al desarrollo de un cementerio musulmán en el Cementerio Sur–Carabanchel, un proyecto largamente reclamado por asociaciones islámicas y que ahora contará con financiación pública.

Según el texto presupuestario aprobado inicialmente, el Consistorio prevé invertir un millón de euros en la construcción de nuevas unidades de enterramiento en varios cementerios municipales, destacando expresamente el inicio del desarrollo del cementerio musulmán en Carabanchel, cuya finalización se proyecta para 2027. La actuación se enmarca en la ampliación y adecuación de espacios funerarios, pero incorpora por primera vez un proyecto específico para enterramientos conforme al Islam.

En concreto el texto aprobado por el Ayuntamiento de Madrid dice: «Durante 2026 también se tiene previsto abordar la construcción de nuevas unidades de enterramiento en los cementerios de Sur/Carabanchel, Nuestra Señora de la Almudena y Fuencarral por un importe total de 1,0 millones de euros y destaca el inicio del desarrollo del cementerio musulmán en el primero de los citados cementerios, cuya finalización se prevé para el 2027».

Asociaciones como Entierro Digno han celebrado la decisión y avanzan que la primera fase contemplaría alrededor de 150 tumbas, con ampliaciones sucesivas hasta alcanzar unas 2.500 sepulturas, además de instalaciones municipales para el baño ritual previo al enterramiento. Las tumbas serán de pago, aunque el Ayuntamiento aún no ha fijado las tarifas.

La iniciativa, financiada con recursos públicos, ha reabierto el debate sobre las prioridades del Gobierno municipal. Para sectores críticos, el proyecto evidencia una agenda de concesiones identitarias promovida desde el Ayuntamiento, que destina fondos a infraestructuras específicas de carácter religioso mientras otras necesidades permanecen desatendidas. El Ejecutivo de Almeida defiende la medida como una actuación de «convivencia» y «atención a la diversidad», informó La Gaceta.