La mayor encuesta realizada hasta la fecha sobre las experiencias de las mujeres musulmanas en el transporte público en el Reino Unido presenta un panorama alarmante: las mujeres musulmanas se enfrentan a niveles de abuso, miedo y discriminación en el transporte público mucho mayores que los que experimentan otras mujeres.
Realizado por el Censo Musulmán en colaboración con Muslims in Rail, el estudio entrevistó a 1155 mujeres musulmanas entre el 9 y el 20 de noviembre de 2025. Revela que casi la mitad de las mujeres musulmanas (45,3%) se sienten inseguras en el transporte público, en comparación con tan solo el 8% de las mujeres a nivel nacional.
Las cifras son igualmente preocupantes en cuanto a las agresiones: más de un tercio (34,3%) ya ha sufrido abusos islamófobos o racistas, mientras que casi el 70% modifica ahora sus viajes, horarios o incluso su vestimenta por miedo a ser objeto de acoso.
Además, la mayoría de los incidentes no se denuncian, y siete de cada diez mujeres dudan que sus denuncias se tomen en serio.
El informe recopila testimonios desgarradores: acoso verbal, amenazas, agresiones físicas, hiyabs arrancados, escupitajos, seguimientos, humillaciones en grupo… Algunas mujeres fueron rodeadas por fans ebrios que hacían ruidos de explosiones, otras fueron filmadas sin su consentimiento.
En un caso extremo, una pasajera afirma que le orinaron encima en un tren, denuncia que posteriormente fue desestimada por falta de pruebas en vídeo.
Esta realidad, lejos de ser marginal, forma parte de un clima nacional marcado por el aumento de los actos islamófobos. Los musulmanes representan el 44% de las víctimas de delitos religiosos, mientras que solo constituyen el 7% de la población. La violencia se disparó aún más tras los disturbios de extrema derecha del verano de 2024.
Para Muslims in Rail, estos hallazgos confirman una situación conocida, pero ahora cuantificada: «Los delitos racistas e islamófobos están generalizados en nuestro transporte público. Las mujeres musulmanas son particularmente vulnerables. Esto debe parar».
Los autores del estudio instan a las autoridades, incluyendo Transport for London, Network Rail y la Policía de Transporte Británica, a tomar medidas urgentes:
• medidas de seguridad reforzadas;
• formación obligatoria del personal sobre discriminación antimusulmana e intervención de testigos;
• mecanismos de denuncia más eficaces;
• transparencia en la tramitación de denuncias;
• mayor diálogo con las comunidades afectadas.
Un mensaje claro: ninguna mujer debería tener miedo de viajar dentro de su país debido a su fe o apariencia.