Durante el Día de Acción de Gracias de 2025, el pasado viernes, Donald Trump lanzó virulentos ataques contra la congresista Ilhan Omar, calificándola de "siempre envuelta en su hiyab", al tiempo que insinuaba que había entrado ilegalmente a Estados Unidos.
Poco después, en CNN, un analista republicano calificó las declaraciones de "absolutamente indefendibles", una crítica poco común en un conservador, que subraya la gravedad del incidente.
El debate se centra en la responsabilidad de un presidente por usar un lenguaje estigmatizante y el impacto de tales declaraciones en el clima político y social. Algunos observadores creen que, al atacar explícitamente a una congresista musulmana por su apariencia religiosa, Trump se pasó de la raya.
En definitiva, este momento ilustra la extrema polarización del discurso público en Estados Unidos, el auge de los insultos identitarios y las reacciones críticas, no solo de los medios progresistas, sino también de actores conservadores descontentos, ante lo que perciben como excesos de estilo y tono.