Una nueva agresión israelí contra el poblado sirio de Beit Jinn, al oeste de Damasco, dejó hoy 13 civiles muertos y decenas de heridos, en un ataque que provocó enfrentamientos directos con los habitantes y generó un amplio desplazamiento de familias, según informaron autoridades sanitarias y gubernamentales de Siria.
Según reportes del corresponsal de SANA, tropas israelíes irrumpieron en la zona y agredieron a los residentes, lo que provocó enfrentamientos directos con los aldeanos. La resistencia de la población obligó a la fuerza atacante a retirarse del territorio sirio.
Ante la magnitud de la agresión y el aumento de heridos, el Ministerio de Salud activó varios puntos de socorro en coordinación con el Hospital Nacional del Golán para garantizar atención rápida en la zona afectada.
Equipos médicos y de emergencia continúan desplegados para asistir a los habitantes, muchos de los cuales fueron desplazados debido al continuo bombardeo israelí contra viviendas civiles.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados calificó el ataque como un crimen de guerra, denunciando que la agresión israelí constituyó una “horrible masacre” que causó numerosas muertes y un amplio desplazamiento forzoso.
La Cancillería responsabilizó plenamente a Israel por las víctimas, la destrucción ocasionada y la amenaza que estas acciones representan para la seguridad regional.
En su declaración, el Ministerio advirtió que la continuidad de ataques de este tipo revela una política sistemática destinada a desestabilizar la región e imponer hechos consumados por la fuerza.
Reiteró su llamado al Consejo de Seguridad, a Naciones Unidas y a la Liga Árabe para adoptar medidas urgentes que pongan fin a las violaciones israelíes y garanticen el respeto al derecho internacional y a la soberanía siria, informó La agencia SANA.