Los colegios católicos de Mallorca no tienen ninguna intención de añadir a su catálogo de asignaturas la religión islámica. De esta forma las patronales que representan a la mayoría de colegios privados y concertados de la isla salen en respuesta a la petición de una mujer musulmana, residente en Palma, que ha acudido a los tribunales para exigir que se cumpla el derecho que asiste a su hijo de recibir clases de religión islámica.
Los tribunales le han dado parte de la razón, no tanto en que exista una obligación de que los colegios concertados, de ideología católica, estén obligados a dar clases de religión islámica, sino que a esta mujer le asiste todo el derecho a que la administración le de respuesta, ya que ella no presentó esta reclamación en el centro escolar, sino que lo hizo ante la conselleria de Educación, que nunca contestó y tendrá que hacerlo ahora por orden de los jueces.
Marc González, abogado y representante de la patronal Escuela Católica, confirmó, tal como se explicaba en la noticia adelantada por DIARIO de MALLORCA, que esta mujer musulmana le asiste todo el derecho a que la administración le responda, pero ello no significa que se le tenga que dar la razón ante la petición que hace.
Explicó que los centros educativos que basan sus enseñanzas en principios religiosos se regulan a través de una ley que fue aprobada en el año 1999, que determina que estos colegios solo están obligados a enseñar una determinada religión. El abogado explicó que todos los padres que piden plaza para sus hijos en un colegio católico conocen desde el primer momento el ideario que segue el centro, sobre todo cuando se trata de una escuela católica. “Un padre sabe desde el principio dónde matricula a su hijo y si no está conforme con las enseñanzas católicas, es mejor que vaya a otra escuela, bien pública o aconfesional”, señaló González.
También insistió en que los colegios católicos no tienen ninguna obligación de ofrecer esta asignatura de religión islámica, porque esta posición viene avalada por la ley. E insistió en que no tendría ningún sentido lógico que un colegio católico impartiera otras enseñanzas religiosas que no profesa el centro, con independencia de que su financiación depanda de los fondos públicos que le proporciona la conselleria de Educación.
Ventura Blach, presidente de la Asociación de Centros de Enseñanza Privada de Baleares, coincidió con el mismo diagnóstico y señaló que lo más lógico es que cuando un padre pide plaza para su hijo en una escuela católica, se supone que acepta el ideario que defiende el colegio, informó el Diario de Mallorca.