El Presidente Estadounidense, Donald Trump recibió este lunes 10 de noviembre en la Casa Blanca al presidente sirio Ahmad al-Sharaa.Trump busca un pacto de seguridad entre Damasco e Israel, así como presencia militar en una base aérea de la capital siria, mientras Al-Sharaa presiona por el levantamiento de todas las sanciones contra su nación.
Al-Sharaa llegó este lunes 10 de noviembre a la Casa Blanca poco después de las 11:30 a.m., hora local, e inició su reunión con el mandatario Donald Trump en la Oficina Oval inmediatamente después. El encuentro se realizó a puerta cerrada.
El mandatario sirio llegó a la Casa Blanca sin la pompa que suele acompañar a las visitas de líderes extranjeros. Entró por una puerta lateral, fuera del alcance de la prensa, en lugar de por la puerta principal del Ala Oeste, donde se ubican las cámaras.
Se trata de la primera visita a la Casa Blanca de un jefe de Estado sirio desde que el país de Medio Oriente obtuvo su independencia de Francia en 1946. Antes de la llegada de Al-Sharaa al poder, el último encuentro oficial entre Estados Unidos y Siria se había producido en el año 2000, cuando el entonces presidente Bill Clinton se reunió con Hafez al-Asad, padre de Bashar al-Asad.
Este nuevo encuentro entre Trump y Al-Sharaa llega después de que Estados Unidos levantara las sanciones impuestas a Siria durante las décadas en que el país estuvo gobernado por la familia Assad.
Trump también se reunió con Al-Sharaa después de su primer encuentro en Arabia Saudita, el pasado mayo, cuando el mandatario estadounidense anunció planes para levantar esas sanciones, y pocos días después de que Estados Unidos declarara que el excomandante de Al Qaeda ya no figuraba en la lista de "Terroristas Globales Especialmente Designados".
En su encuentro de hace seis meses, el presidente estadounidense describió a Al-Sharaa como un “joven atractivo. Un tipo duro. Un pasado turbulento, muy turbulento. Un luchador”.
Es sin duda un giro de 180 grados. Y es que por la captura de Al-Sharaa —quien en el pasado tuvo vínculos con Al-Qaeda–Estados Unidos ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares, informó France24.