El terremoto de magnitud 6,3 que sacudió el norte de Afganistán la madrugada de este lunes provocó el corte de las líneas de transmisión eléctrica importadas desde Uzbekistán y Tayikistán, dejando sin suministro a varias provincias del país, entre ellas Kabul.
El sismo dejó hasta el momento más de 20 personas muertas y otras 380 heridas, según las autoridades locales.
Hay informes de que en otras provincias cercanas también se han reportado víctimas y daños materiales. Además se prevé que, con el paso de las horas, el número de víctimas aumente.
En Mazar Sharif, una ciudad de aproximadamente 523 000 habitantes, muchos residentes salieron corriendo a la calle en la madrugada, temiendo que sus casas pudieran derrumbarse, según un corresponsal de la agencia AFP.
El Ministerio de Defensa dijo haber despejado y reabierto la carretera principal entre Mazar-i-Sharif y Kholm, bloqueada por deslizamientos de tierra, y que rescató a personas que quedaron atrapadas durante la madrugada.
Sin embargo, aún es necesario restablecer el suministro eléctrico en varias provincias tras los daños sufridos por las líneas eléctricas procedentes de Uzbekistán y Tayikistán, informó la empresa eléctrica pública Dabs.
“Muchas casas quedaron destruidas y se registraron importantes pérdidas económicas”, declaró en X el portavoz adjunto del gobierno talibán, Hamdullah Fitrat, y precisó que había ordenado a las “autoridades competentes distribuir ayuda médica y alimentaria y socorrer a los damnificados”.