Casi dos años ha tenido que esperar el inminente inicio de los trabajos para construir un imponente centro cívico y cultural islámico, con mezquita incluida, en la zona suroeste del casco urbano de Vila-real desde que el periódico Mediterráneo avanzara, en diciembre del 2023, un proyecto que, por su diseño rompedor, es alabado por los especialistas en arquitectura.
Y es que ya se han iniciado las primeras labores de cercado del terreno en el que se edificará el inmueble, en una parcela que antes ocupada un pequeño parque, entre las calles la Vilavella y Soneja, y que el pleno de la corporación municipal, sin ningún voto en contra, autorizó que se permutara por una propiedad de la que la Asociación Cultural Islámica para el Diálogo y la Integración disponía en el cruce de la avenida Bèlgica con el camino Les Voltes y que, recientemente, permitió habilitar una rotonda en uno de los cruces más peligrosos por el importante flujo de tráfico pesado en estos viales.
La previsión es que las obras de construcción del centro cívico y cultural empiecen como tal el próximo mes de septiembre, con el objetivo de que el edificio esté listo en un plazo de dos o tres años.
El complejo islámico con mezquita se construirá sobre una parcela de 2.301 metros cuadrados. Con tres pisos de altura sobre rasante y una planta baja, el centro cívico y cultural tendrá 1.450 metros cuadrados de superficie edificada.
Los promotores del proyecto aseguraron en diciembre del 2023 a este rotativo que la inversión rondará los dos millones de euros y provendrá de donativos particulares. Según la entidad promotora, en Vila-real residen en torno a 2.000 personas procedentes de países de mayoría musulmana especialmente de Argelia y Marruecos) y el número de fieles que acude a la mezquita Al Rahma de la ciudad es de unos 70 a 100 a diario, una cifra que se multiplica los viernes, cuando se alcanza una cantidad que ronda los 400.
El inmueble, según los planos elaborados por el estudio de arquitectura de Jorge Becker, tendrá una sala de oración para hombres y otra para mujeres, así como una biblioteca. «Está diseñado partiendo de la correcta ubicación de la sala de oración, que se sitúa con dirección este-oeste, orientada hacia el este (La Meca)», señalan.
«Se trata de un edificio donde se reinterpreta la estética tradicional de un centro cultural islámico, pasándola tras una depuración minimalista a una imagen donde dominan los volúmenes sencillos independientes o maclados con el blanco mediterráneo», añaden, informó el Periódico Mediterráneo.