Si en el curso 2017-2018 apenas había dos docentes asignados a esta confesión en centros públicos de educación primaria, en el actual curso 2024-2025 la cifra se ha disparado hasta los 54.
Este incremento exponencial se ha producido en paralelo a una ligera reducción del profesorado de religión católica en los mismos centros, que ha pasado de 824 docentes en 2017 a 819 en la actualidad.
En contraste, el número de profesores islámicos ha ido aumentando de forma constante curso tras curso: 2 en 2017, 2 en 2019, 3 en 2020, 6 en 2021 y 2022, 20 en 2023 y, finalmente, 54 este año.
El dato aparece reflejado en una resolución oficial de la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Educación de Madrid, en respuesta a una solicitud de acceso a la información pública sobre el personal docente de religión en los últimos años.
El documento confirma que estas cifras corresponden únicamente a los centros públicos de la región y no incluyen sustituciones temporales, sino contratos estables regulados por el Real Decreto 696/2007.
Desde el Ejecutivo madrileño se argumenta que la asignación de docentes responde al número de alumnos inscritos en la materia, que es de oferta obligatoria aunque de elección voluntaria por las familias.
Mientras que algunos sectores celebran el aumento como una muestra de “pluralidad religiosa” en las aulas, otros critican lo que consideran una “cesión ideológica” que se produce incluso bajo un gobierno de signo conservador, informó La Gaceta.