Cinco días de julio de 1995 fueron suficientes para exterminar a más de 8.000 musulmanes bosnios que huían de Srebrenica, ante el asalto de miles de soldados y paramilitares serbios, al mando del general Miroslav Kristic, sentenciado por genocidio por el Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia. Fue la peor matanza de seres humanos en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El 11 de julio de 1995, las fuerzas serbobosnias asaltaron el enclave musulmán habitado por más de 40.000 personas en el este de Bosnia.
En aquel momento era una "zona protegida por la ONU", una frase finalmente vacía que pretendía proteger a los numerosos desplazados que habían huido de la guerra de 1992-1995.
Las fuerzas del general Ratko Mladic ejecutaron a miles de hombres y niños antes de enterrarlos en fosas comunes.
Tras décadas de minucioso trabajo, unas 7000 víctimas han sido identificadas y enterradas debidamente, pero unas 1000 siguen desaparecidas.
El descubrimiento de fosas comunes es ahora poco frecuente. La última se descubrió en 2021, cuando se exhumaron los restos de 10 víctimas a 180 kilómetros al suroeste de Srebrenica. AFP