Se construyó en el siglo X, en un espacio urbano en la capital española que en la actualidad ocupa una casa de vecinos de la calle Mayor 88, esquina con la calle de Bailén, una mezquita. Sin embargo, pese a que se sabe con exactitud su emplazamiento original, en el entorno del Alcázar, poco se conoce de su factura. Cabe pensar, y es un suponer, que sería similar a otras parecidas construidas por los conquistadores musulmanes para impulsar y extender la fe islámica en pequeños núcleos de población.
Como en otros casos, tras la conquista cristiana del siglo XI, la mezquita mayor del Madrid musulmán fue convertida por los conquistadores castellanos en un templo de culto cristiano. De nuevo, Madrid, como en otra zonas de la península, la ciudad cambió. Así, se convirtió en iglesia bajo la advocación de la Virgen, de Santa María. Y después se le añadiría el apelativo «de la Almudena». Un nombre conocido y relacionado, como vemos desde antiguo, por todos los madrileños.
Aquella iglesia de Santa María de la Almudena se derribó en 1869. Madrid quería y tenía que crecer, de ahí que las obras de remodelación de la calle Mayor y la construcción del conocido viaducto de la calle de Bailén dieran al traste con lo poco que quedaba de aquella primera mezquita madrileña.
La iglesia que ocupaba el viejo templo islámico figura en el Fuero de Madrid de 1202. Un lugar que sufrió todo tipo de reformas y cambios, como por ejemplo en 1451, cuando se comienza a construir la torre para la cual se elimina el claustro. Tras sus sucesivas obras de construcción de capillas para la nobleza madrileña, en 1777 se llevó a cabo una restauración a cargo de Ventura Rodríguez, quien reedificó gran parte del edificio para evitar un derrumbe por ruina ante la pésima situación en la que estaba el templo, informa la Razón.
de abril de 1988 y construido por Juan Mora gracias a las donaciones de los fieles. Con todo, un momento clave para el islam en Madrid fue en 1976, cuando dieciocho países musulmanes con representación diplomática en España firmaron un acuerdo para erigir una mezquita en la capital. Sin embargo, el proyecto quedó postergado durante once años, hasta que el rey Fahd de Arabia Saudí aportó la financiación necesaria -2.000 millones de pesetas-, para ejecutar la construcción. Tras cinco años de obras, el 21 de septiembre de 1992, el entonces príncipe Salmán bin Abdulaziz de Arabia Saudí y el Rey Juan Carlos inauguraron el edificio. En el recuerdo, aquella primera mezquita del siglo X