Las declaraciones de Claudia Plakolm, ministra de Integración y Asuntos Familiares de Austria, han provocado una ola de preocupación entre los musulmanes del país.

Según vienna.at, durante una transmisión en vivo en la televisión nacional, calificó el hiyab como un símbolo de opresión y pidió que se prohíba su uso para las niñas menores de 14 años.

Plakolm ignoró un fallo del Tribunal Constitucional de Austria que anuló una ley similar en 2020, al dictaminar que apuntaba a un grupo religioso específico. Afirmó que el hiyab no es una cuestión de fe, sino de protección de los niños, y afirmó que el Islam plantea desafíos a la coexistencia religiosa.

Sus comentarios se producen en un contexto europeo marcado por un aumento del discurso discriminatorio hacia los musulmanes, particularmente en torno a los símbolos religiosos. Las ONG de derechos humanos y las organizaciones musulmanas denuncian el uso del hiyab como instrumento político, en detrimento de los derechos fundamentales.

Con casi 800.000 musulmanes, en Austria crecen las tensiones en torno a la integración. Los expertos llaman al diálogo, recordando que las restricciones sólo amplifican la exclusión. En 2024, Austria estará entre los países europeos más afectados por la islamofobia, según informes oficiales.