Según el informe del Ministerio de Asuntos de la Mujer de Palestina, la agresión en curso en Gaza ha tenido un efecto especialmente devastador sobre las mujeres, ya que 12.298 mujeres han perdido la vida debido a los ataques aéreos y militares israelíes. Además, 928 palestinos, incluidos mujeres y niños, han muerto en Cisjordania desde el estallido de la guerra.
Aproximadamente 1 millón de mujeres en Gaza han sido desplazadas por la fuerza y 1,2 millones de personas en total, incluidas innumerables mujeres y niños, han perdido sus hogares. Este desplazamiento masivo ha dejado a las mujeres en una situación de vulnerabilidad ante la pobreza, la violencia y la falta de acceso a los servicios básicos.
El informe destaca una grave crisis económica, en particular para las mujeres de Gaza. Las tasas de desempleo entre las mujeres han aumentado hasta un alarmante 95%, en comparación con el 67,6% antes de la guerra. Además, el 91% de la población de Gaza (1,84 millones de personas) se enfrenta ahora a una grave inseguridad alimentaria, y el 96% de los bebés menores de seis meses padecen desnutrición aguda. Además, el 90% de las mujeres embarazadas y lactantes de Gaza no tienen acceso a una nutrición adecuada.
La suspensión de los servicios de la UNRWA también ha privado a 41.571 mujeres palestinas de servicios sanitarios esenciales. El informe también señala que 22.835 personas con discapacidad en Gaza, incluidas muchas mujeres, carecen de acceso a la atención sanitaria y al apoyo psicológico necesarios.
El impacto en los niños es igualmente grave. El cierre de escuelas y la suspensión de los servicios educativos de la UNRWA han privado a 324.000 estudiantes palestinos de educación, incluidos 278.000 en Gaza.
En términos de infraestructura física, el informe señala que 87.000 unidades de vivienda han sido completamente destruidas en Gaza, y 297.000 han resultado parcialmente dañadas. La destrucción generalizada ha dejado a miles de mujeres sin refugio. Los precios de los alimentos en Gaza también se han disparado en un 309,4%, lo que hace que sea casi imposible para muchas familias permitirse las necesidades básicas.
El informe también arroja luz sobre la situación en Cisjordania y Jerusalén, donde el 21,6% de los residentes en los campos de refugiados viven en la pobreza, y el 6% en la pobreza extrema. Mientras tanto, el 41,6% de las familias palestinas en Jerusalén dependen de la economía israelí para obtener ingresos, lo que las deja vulnerables a la inestabilidad económica, según la agencia palestina, WAFA.