Este martes, el ejército israelí reconoció su responsabilidad por el asesinato de 55 palestinos y el arresto de 380 en tres zonas de la ocupada Cisjordania durante el pasado mes de enero.
El ejército afirmó, en un comunicado, que durante enero sus fuerzas pudieron "eliminar a unos 55 de los que describió como saboteadores, incluidos aquellos involucrados en ataques en los que murieron civiles israelíes, y otros que se dirigían a llevar a cabo un ataque".
Desde el 7 de octubre de 2023, el ejército israelí y los colonos han ampliado sus ataques en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, matando a 905 palestinos, hiriendo a unos 7.000 y arrestando a otros 14.300, según datos oficiales palestinos.