Una serie de vandalismos islamófobos afectaron a siete establecimientos de Londres este mes, teniendo como objetivo mezquitas, centros comunitarios y una escuela primaria. La Policía Metropolitana califica los incidentes como crímenes de odio "impactantes".
Los ataques, que tuvieron lugar entre el 6 y el 25 de enero, fueron supuestamente alentados por un grupo de odio en Telegram que prometía £100 por cada acto de vandalismo. Los investigadores están examinando posibles vínculos entre estos incidentes y analizando imágenes de videovigilancia.
Los objetivos incluyen la mezquita de West Norwood, el centro islámico de South Norwood, la mezquita de Stratford y la escuela primaria Noor Ul Islam.
La Asociación Islámica de Stratford reaccionó con dignidad: “Nuestra mezquita forma parte de esta comunidad desde 1993. Los responsables de este acto de odio sólo se han deshonrado a sí mismos. No es un acto de fe, es un acto de cobardía”.
Este aumento de los ataques de carácter religioso suscita serias preocupaciones en la capital británica, tradicionalmente reconocida por su multiculturalismo. El hecho de que una escuela primaria esté entre los objetivos marca una peligrosa escalada en estos actos organizados de odio, lo que genera temores de una creciente radicalización de los grupos islamófobos.
Ante este aumento de la islamofobia, la policía ha intensificado sus patrullas y está trabajando en estrecha colaboración con los líderes religiosos locales. El subcomisionado Jon Savell dice: “El odio no tiene cabida en nuestras calles”. Aún no se han realizado arrestos, según Oumma.