Afortunadamente, el lugar de culto musulmán estaba vacío en el momento del atentado. La rápida actuación de los bomberos, avisados por un fiel, consiguió que el incendio, que se inició en la puerta principal, no provocara daños importantes, pero el susto fue grande para los fieles y los responsables del edificio religioso.
La Asociación Cultural Franco-Turca (ACFT), que gestiona la mezquita, presentó una denuncia y se abrió una investigación para esclarecer este triste asunto. “Condenamos este acto atroz cometido contra nuestra mezquita, que es un lugar de paz y tranquilidad. Todo nuestro apoyo para nuestros fieles. Permaneceremos especialmente atentos e invitamos a la vigilancia ante tales provocaciones”, afirmó DITIB Francia en un comunicado de prensa del sábado 14 de septiembre.
“Estamos unidos contra cualquier forma de odio o violencia. Nuestra ciudad no se verá dividida por estos actos cobardes”, declaró el alcalde de Haguenau, Claude Sturni, citado por el periódico turco Yeni Safak. El concejal acudió allí en señal de solidaridad con los musulmanes.