Maryam, que nació en una familia cristiana - la segunda de 6 hermanos, 4 hijas y 2 hijos - dice que ella y sus hermanos fueron influenciados por el comportamiento de sus amigos musulmanes y admiraban su alta moral, lo que dejó una buena impresión en ella al principio.
Maryam entrevistada por la cadena qatarí, Al Jazeera, afirmó que "lo que escuchó y leyó sobre el papel positivo de los musulmanes en el país africano, pasado y presente, la impulsó a pensar constantemente en esta religión que tocaba su corazón, por lo que decidió adentrarse en ella."
Maryam habló con sus padres “cristianos” sobre su deseo de abrazar el Islam. La decisión no fue difícil para ellos y no pensaron en ello durante mucho tiempo, por lo que aceptaron sin dudarlo.
Cuando se le preguntó a la madre sobre el resto de sus hijos, ella dijo con una sonrisa que habían seguido los pasos de su hermana Maryam y que todos habían abrazado el Islam.
En tres años, Maryam pudo memorizar la mitad del Sagrado Corán y ahora está intentando dominar el idioma árabe, mientras los padres, que están pensando en abrazar el Islam, están ocupados proporcionando un ambiente cómodo para que sus hijos puedan practicar los rituales de su religión.
1.000 nuevos musulmanes cada mes
El Mufti de Ruanda y el jefe de su Consejo Supremo para Asuntos Islámicos, Sheikh Musa Sendayegana, dijo a Al Jazeera que reciben al menos mil nuevos musulmanes cada mes, explicando que es muy normal encontrar en familias cristianas personas que se convierten al Islam.
Lo que contribuye a la conversión de la gente al Islam, según Sheikh Musa, es la celebración de debates públicos entre eruditos musulmanes y sus homólogos cristianos.
Algunos debates duran 3 días, tras los cuales muchos de los asistentes declaran su conversión al Islam, mientras 8 institutos privados de defensa los reciben y les introducen en caminos de orientación para comprender las enseñanzas de su nueva religión.
El Sheikh habló de la aceptación del otro y de la cultura de convivencia que prevalece en el país entre musulmanes y otros, señalando que los cristianos del país celebran el Eid al-Fitr y el Eid al-Adha con los musulmanes, y participan con ellos en sus eventos, y incluso toman la iniciativa de recibir a los peregrinos musulmanes con flores y cantos.
Sendayegana elogió el papel del presidente Paul Kagame, su gobierno y las autoridades oficiales del país, que abrieron las puertas a los predicadores musulmanes y les permitieron moverse libremente entre la gente para difundir las enseñanzas del Islam e invitar a la gente a abrazarlo.
Una de las explicaciones que dan los observadores a este fenómeno tiene que ver con la posición de los musulmanes ante el genocidio que se llevo a cabo en Ruwanda en 1994.
Los sucesivos gobiernos no se preocuparon por la situación precaria de los musulmanes y permanecieron como estaban bajo el colonialismo belga, hasta que se produjo el genocidio de 1994, en el que se puso de manifiesto el papel positivo de los musulmanes, que hicieron grandes esfuerzos para proteger a los miembros de la minoría tutsi de los ataques lanzados por los hutus.
Esta posición positiva dejó un buen impacto en el Presidente en particular y en el corazón de la población en general, y esto los impulsó a recuperar el aprecio por los musulmanes y a elevar su estatus, que el colonialismo pretendía bajar y degradar, según Al Jazeera.