Los árabes que deciden alistarse al ejército de Israel
Son más de 350 los árabes musulmanes que sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés), en realidad el no ejercito sionista. A pesar de que el servicio militar es obligatorio para los judíos, no lo es para los musulmanes, árabes y beduinos.
Sin embargo, cientos de miembros de estas minorías se ofrecen voluntariamente cada año y su número está aumentando significativamente. Los drusos, que hablan árabe y practican una rama del islam chiíta, son la única minoría que ha sido parte integral de las IDF desde 1956, cuando sus líderes firmaron un 'pacto de sangre' con el gobierno israelí.
Faiz se reclutó en secreto. La primera vez que el espejo le devolvió su imagen uniformada, su corazón dio un vuelco. Había crecido temiendo a esos soldados a los que ahora él se parecía. Uno de ellos le rompió las piernas a su tío cuando este se negó a dejarle entrar a su casa sin permiso. Quiso hacerse una foto y mandársela a su prometida, pero sabía que no era posible. Sabía también que probablemente ella jamás se casaría con él al enterarse de que se había alistado en las IDF. "Ahora tengo derechos", quería decirle. "Ahora me miran a los ojos".
Mantener la doble vida fue imposible cuando, al comienzo de la guerra, fue enviado a servir en Gaza. "No, mamá, no estoy matando musulmanes. Estoy matando terroristas", trataba de defenderse de las acusaciones de su madre. "Soy árabe, soy musulmán, soy israelí, sirvo a mi país. Creo en la lucha contra Hamás, lucho contra asesinos, no contra mis hermanos. No tengo que sentir empatía por un terrorista que se considere musulmán; sigue siendo un terrorista, aunque compartamos religión y raza", agregaba. Se amparaba en un sentido de patria que había decidido aceptar, como un deber superior que trascendía las divisiones religiosas y étnicas.
"Cuando entré en el ejército me explicaron que tanto israelíes como palestinos teníamos el deber de erradicar el terrorismo", cuenta Wael, ex-soldado musulmán en el IDF. "Inmediatamente, entendí la separación entre matar y asesinar: los palestinos asesinan a los israelíes, y eso es terrorismo, mientras que los israelíes matan a los terroristas en defensa propia. Esos son los términos que se utilizan, esa es la narrativa que manejamos", agrega. Los soldados musulmanes del IDF tienen algo en común: la predisposición a agarrarse a cualquier explicación que justifique su decisión y que calme su conciencia. El ejército de Israel es experto en manejar mecanismos como la distancia moral, social y emocional, para reducir el peso psicológico sobre los soldados.
motivos para que un árabe musulmán se una a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) varían. Oficialmente, se habla de ciudadanos que encuentran un sentido de orgullo y aceptación en la sociedad israelí. Otros consideran que el servicio en el IDF es una forma de escapar de las limitaciones socioeconómicas de sus comunidades. "Tengo un futuro que hubiera sido imposible si no hubiera servido en el ejército", dice Nasser, soldado musulmán del IDF. "Pero sé que me enfrento a la desconfianza de los israelíes, que nunca me considerarán uno de ellos. Una parte importante de la sociedad israelí teme que los árabes tengamos acceso a material clasificado y armas, muchos nos acusan de ser la causa de que haya tantas armas ilegales en Cisjordania", agrega.
A pesar de que el gobierno asegura que aumentar el número de soldados árabes es clave para la integración y mantener el statu quo demográfico, algunos políticos árabes señalan al gobierno de utilizar la pobreza y el soborno como tácticas. "Israel busca personas para servir en el ejército que son pobres y no tienen trabajo", dice Hanin Zoabi. "Del 52% al 54% de nuestro pueblo palestino en Israel está por debajo del umbral de pobreza", añade. Unirse al ejército para salir de la pobreza parece ser la única vía fácil para muchos de los jóvenes árabes israelíes.
Mientras tanto, los medios israelíes aprovechan las tragedias de los árabes en el IDF para completar su perfecta narrativa de guerra. Todas las semanas se publican historias que reflejan los sacrificios de estos soldados. Las más leídas son las que describen en detalle el reguero de corazones rotos que estos hombres dejan tras de sí: el de la madre, el del padre, el de la prometida, el de toda su comunidad. Los artículos publican fotos de musulmanes que todos los viernes cantan el Tikva (himno de Israel) y que se postran a rezar con el arma sobre la alfombra de rezo. "Es puro marketing", explica Sahi. H, reservista israelí. "La presencia de árabes en el IDF es una incomodidad necesaria de la que al menos se saca el beneficio de la publicidad. Es el lavado de cara perfecto: ya no somos judíos matando palestinos, sino soldados, de cualquier religión, matando terroristas", según el Confidencial.