La antigua basílica bizantina de Santa Sofía, uno de los monumentos emblemáticos de Estambul que desde 2020 es una mezquita, vuelve a cobrar entrada a turistas extranjeros, en el marco de un nuevo plan de gestión de los visitantes.

Quienes quieran conocer la mezquita deberán pagar 25 euros para ingresar, un equivalente a 27,3 dólares, tarifa vigente desde este lunes y que habilita el acceso a una galería y al museo, informa Télam.

La nueva política de entrada está explicada en la explanada frente a la entrada principal del monumento, que está reservada exclusivamente a los ciudadanos turcos.

Un cartel señala que los extranjeros deben entrar por una puerta lateral, que da acceso a un túnel que está debajo el minarete de Beyazit, desde donde los visitantes pueden admirar Santa Sofía, sin perturbar los rezos.

Esta nueva normativa tomó por sorpresa a muchos visitantes y pocos turistas pagaron por entrar.

Un joven funcionario encargado de orientar a los visitantes, precisó, bajo condición de anonimato, que los peregrinos musulmanes extranjeros que quieran rezar en el monumento, deberán pagar igualmente la entrada, informó la agencia de noticias AFP.

Esta decisión corresponde a un nuevo plan de gestión de los visitantes, por recomendación de la Unesco, ya que el templo, una basílica construida en el siglo IV que luego fue reconstruida por el emperador bizantino Justiniano en el siglo VI, es patrimonio de la humanidad.