En Uruguay viven cerca de 1.500 musulmanes que no solo transmiten un mensaje pacífico, sino que también abogan por el diálogo interreligioso con judíos, cristianos y todo aquel que quiera acercarse a conocer la fe islamica.
La comunidad musulmana en Uruguay está integrada por unas 1.500 personas, la mayoría de ellas uruguayas convertidas al islam. Y Samir Selim, director del Centro Egipcio de Cultura Islámica (ubicado detrás de la Embajada de Egipto en Pocitos) es su líder o imam.
“Los extranjeros en la comunidad son minoría. Están los egipcios de la misión diplomática, unas diez personas. Los de las embajadas de Qatar, de Arabia Saudita y Palestina… Casi no hay comunidad musulmana árabe en Uruguay. Además, quedan cuatro de las cinco familias sirias que pidieron refugio durante el gobierno de José Mujica. Y de las cinco personas que vinieron de la cárcel de Guantánamo, permanecen tres”, anota.
Según el imam, cada dos semanas aproximadamente llega una persona a la mezquita ubicada en Baltasar Vargas 1178 para convertirse al islam. “El Centro está abierto todos los días y recibe a mucha gente por sus actividades, entre las que se encuentra la posibilidad de aprender la lengua árabe. Lo más importante para nosotros es que la gente conozca como somos y no como se nos muestra en los medios de comunicación, vinculados al terrorismo o al derramamiento de sangre”, destaca.
Mantenemos nuestra cultura en todos lados. Tomamos el té y mi esposa está cocinando en estos momentos comida egipcia”, dice Selim, aunque admite que también toma mate, le gusta el asado y se hizo fanático del Club Nacional de Football. El sheik señala de todos modos que hay tradiciones y preceptos religiosos inquebrantables, pese a que en Uruguay la práctica indique lo contrario, como dar besos en las mejillas entre hombres o personas de diferente sexo sin vínculo familiar. “Saludamos con la mano solamente y nos sacamos los zapatos para ingresar a la mezquita”, anota, según el País de Uruguay.