Younes Bilal cayó fulminado al suelo tras recibir tres disparos en una cafetería de Mazarrón el pasado 12 de junio. El crimen fue la culminación de una tarde de avisos que pasaron desapercibidos por separado, pero que cobraron sentido en su conjunto cuando Younes fue tiroteado hasta la muerte.
«Los moros no teníais que estar aquí. Ni ellas [las camareras] con vosotros. No tenéis por qué estar aquí», repitió, según las diligencias, muchas veces en la mesa del local desde la que no les quitaba ojo.
"Se mató a Younel por su raza, por motivos discriminatorios", dijo la fiscal en la primera sesión del juicio. Sin embargo, el jurado no lo ve así. Carlos Patricio B.M., el exmilitar que admitió haber matado a tiros a un vecino, Younes Bilal, en una cafetería de Puerto de Mazarrón en junio de 2021, es culpable de asesinato. Así lo ha determinado el tribunal popular, que daba a conocer su veredicto el pasado martes por la tarde. Sin embargo, los nueve miembros no se han puesto de acuerdo para considerar probada la concurrencia de la circunstancia agravante de discriminación, pese a que el individuo dijo esa noche cosas como 'qué hacen los putos moros en la barra' y cuando fue detenido, soltó: "Que no se acerquen los moros".
Tras la lectura del veredicto, que no ha considerado probada la concurrencia de la circunstancia agravante de discriminación, la Fiscalía ha solicitado, por el delito de asesinato, la pena de 21 años de prisión y la privación del derecho a residir o a acudir a Mazarrón durante 10 años; y por el delito de tenencia ilícita de armas, un año de cárcel.
En materia de responsabilidad civil, el Ministerio Público no incluye modificaciones, con lo que solicita la indemnización a la mujer y al hijo del fallecido -menor de edad- con 190.000 euros, y a los padres del mismo, con 90.000 euros.
Si pudiera dar marcha atrás en el tiempo, me cortaría un brazo: lo siento de corazón», aseguró en el juzgado el asesino Carlos Bermúdez.
Se excusó en que «había estado bebiendo, la verdad es que estaba muy nervioso, ya no aguantaba más», para sentenciar que «en ningún momento tuve la intención de herir a nadie». Sin embargo, «la situación era insostenible» y «lo único que quería era que me dejaran en paz», informó la Opinión de Murcia.