La noticia de que las fuerzas de ocupación israelíes quemaron los bosques libaneses en las ciudades adyacentes a la franja fronteriza no es una noticia normal para quienes se preocupan por los asuntos ambientales y la población, ya que estos incendios trajeron recuerdos de los incendios que consumieron vastas áreas de bosques en el Libano, especialmente en el sur, en octubre de 2021.

Los incendios de entonces no fueron naturales, sino provocados por el hombre: analistas y activistas insinuaron la implicación de Israel en los incendios a través de sus agentes, con el objetivo de exponer la zona fronteriza a sus agencias de inteligencia y a sus torres de vigilancia.

Hoy, con el estallido de los enfrentamientos entre Hezbollah e Israel en el contexto de la agresión contra la Franja de Gaza, las fuerzas de ocupación quemaron deliberadamente y abiertamente los bosques libaneses, utilizando bombas incendiarias de fósforo prohibidas internacionalmente, y también dispararon fuego y misiles contra los bomberos para impedirlos que apaguen los incendios.

Los árboles y la cubierta verde en el lado libanés constituyen un obstáculo para el reconocimiento y la exploración de Israel, como lo ocurrido durante la “Batalla del Árbol” en la ciudad de Al-Adisa, distrito de Marjayoun, sur del Líbano, el 3 de agosto de 2010, que estalló después de que las fuerzas israelíes se infiltraran en territorio libanés detrás de la valla técnica. Uno de los árboles fue talado porque bloqueaba la visión de las cámaras de vigilancia israelíes, lo que provocó la muerte de dos soldados libaneses y un periodista, y el asesinato de un oficial israelí, informa Al Jazeera.