Varios lugares de culto musulmanes han sido destruidos en las afueras de Addis Abeba en los últimos meses como parte de un controvertido proyecto de planificación urbana, que ha desatado la ira entre los fieles.

La policía disparó gases lacrimógenos contra los fieles fuera de la Gran Mezquita Anwar, en los últimos enfrentamientos alimentados por la destrucción de mezquitas en las afueras de la capital etíope.

La Fuerza de Tareas Conjunta de Seguridad e Inteligencia de Etiopía dijo que tres personas habían muerto en los enfrentamientos, según un comunicado publicado por Fana Broadcasting Corporate, un canal afiliado al estado.

Mientras tanto, el Consejo Supremo de Asuntos Islámicos de Etiopía expresó su descontento con una declaración reciente emitida por la oficina de comunicación del gobierno regional de Oromia, citando la falta de representación precisa de los sentimientos y necesidades de la comunidad musulmana en general en Etiopía.

El Consejo Supremo dijo en un comunicado el jueves que un comité de nueve miembros, que se estableció luego de la reunión de emergencia del consejo el 28 de mayo, actualmente está en conversaciones con funcionarios de alto rango del gobierno federal, con el objetivo de resolver el problema. cuestión de la demolición de mezquitas.

Al pedir a la comunidad musulmana que espere pacientemente el resultado de las discusiones en curso, el consejo advirtió contra la posible explotación de la situación por parte de ciertos grupos con agenda política y los instó a abstenerse de cualquier acto ilegal.

La oficina de comunicación de la región de Oromia dijo en un comunicado de prensa el miércoles que está llevando a cabo una campaña de demolición de "edificios ilegales" en más de 600 ciudades de la región, y ha defendido el proceso como "constitucional y legal".