A principios de este año, la ministra de Educación de Suecia, Lina Axelsson-Kilblom, dijo en una conferencia de prensa que su gobierno había presentado un proyecto de ley destinado a "prohibir el establecimiento de las llamadas escuelas religiosas independientes".

El proyecto de ley esencialmente prohíbe que las escuelas se expandan aumentando el número de sus estudiantes o abriendo nuevas sucursales a partir de 2024.

Hasta ahora, el proyecto se ha centrado solo en las escuelas islámicas, lo que ha enfurecido a organizaciones, investigadores y escuelas islámicas, alegando que la decisión de cerrar no se basó en malos resultados académicos u otros defectos educativos, sino en "motivos políticos antiislámicos".

Muhammad Amin Kharaki, director de la escuela islámica independiente Framstiege Skolan, en el suburbio de Ragsvid en la capital, Estocolmo, dijo que se han cerrado unas 20 escuelas que se clasifican a sí mismas como islámicas o que son propiedad de musulmanes.

Kharaki agregó a la Agencia Anadolu, "tres escuelas todavía están esperando los resultados de las demandas contra la decisión de cierre".

En el mes de mayo, la Inspección de Educación de Suecia anunció que cerraría la Escuela Framstiege Skolan, que ganó una apelación contra la decisión, ya que el Tribunal Administrativo dijo que la decisión "ya no era válida" y la escuela estaba esperando una decisión final al respecro.