De espectacular belleza, la mezquita de 201 cúpulas con vistas al río Jhinai, en el sur de Pathalia, a 140 km de Tangail, localidad enclavada en el corazón de Bangladesh, cautiva a primera vista o deja boquiabierto, pero no deja indiferente a nadie.

A 98 km al noroeste de Dhaka, la capital del país, su singular estilo mogol impresiona y fascina tanto a los visitantes que acuden en masa, cada vez más numerosos, para contemplar la vista y fotografiarla desde todos los ángulos.

Convertida en poco tiempo en una verdadera atracción turística, esta grandiosa mezquita, digna de figurar en el Guinness World Records, pudo emerger en el paisaje gracias a un nativo de la zona, Rafiqul Islam. Este rico propietario, de hecho, cedió voluntariamente una de sus tierras para que pudiera emerger de la tierra en 2013.

El espectáculo de las multitudes que, cada año, del mundo árabe y de otros lugares, están ansiosos por descubrir el esplendor del lugar y sumergirse en él, hace las delicias de Rafiqul Islam.

"Mi pueblo, ubicado al sur de Pathalia, era desconocido para la mayoría de la gente. Pero ahora, su notoriedad traspasa fronteras gracias a la mezquita. Es genial ! ”, exclama uno de sus más fervientes impulsores, precisando que su capacidad de acogida es de 30.000 fieles.

Impresionante, la mezquita de 201 cúpulas, que pronto debería incluir un orfanato, una casa de retiro y un hospital de beneficencia para mujeres, es una fuente inagotable de encanto para quienes se acercan a ella y admiran, entre otras cosas, su minarete de 140 m, considerado el hormigón más alto del mundo.

“Diseñé las cúpulas lineales basadas en estructuras islámicas tradicionales del sur de Mughal Asia. Además, dentro de la mezquita, los devotos pueden recitar todos los versos del Corán que han sido grabados en latón e instalados en las paredes”, explicó Mrinmoy Adhikary, su muy inspirado arquitecto.