Agencia Islamica de Noticias, Thursday 18 de April de 2024
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Ocho mezquitas, nuevo patrimonio de la humanidad

Ocho mezquitas, nuevo patrimonio de la humanidad

La UNESCO reconoce la singularidad de estas construcciones, testigos mudos del paso de civilizaciones, comercio y religiones por el norte de Costa de Marfil.
Agencia Islámica de noticias
Friday 12 de Nov.
Ocho mezquitas, nuevo patrimonio de la humanidad

Tengréla, Kouto, Sorobango, Samatiguila, M’Bengué, Kaouara y Kong son siete pueblos y ciudades del norte de Costa de Marfil que a finales del pasado mes de julio vieron que sus ocho mezquitas de estilo sudanés eran reconocidas como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Se trata de pequeñas construcciones de tierra con vigas de madera sobresalientes y contrafuertes verticales coronados por cerámicas o huevos de avestruz y esbeltos minaretes. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, “representan una interpretación de un estilo arquitectónico cuyo origen data alrededor del siglo XIV en la ciudad de Djenné”.

Esta urbe se encuentra en Malí y formó parte del su imperio, que se extendió por todo el Sahel, desde Nigeria hasta la costa senegalesa. Djenné fue una ciudad muy próspera debido al comercio de oro y sal a través del Sáhara al norte de África. Gracias a ello construyó grandes obras arquitectónicas entre las que destaca su Gran Mezquita que todavía hoy sigue siendo el mayor edificio hecho en barro del mundo (5.562m²). Tanto debió impresionar aquella construcción que pronto empezó a ser replicada en distintas partes del Sahel. Especialmente a partir del siglo XVI este estilo se extendió hacia el sur, hacia las sabanas.

Todas ellas presentan las adaptaciones que tuvieron que hacerse a los planos originales en la sabana de África Occidental y en todas ellas se mezclan formas musulmanas con elementos arquitectónicos locales. Estos edificios religiosos surgieron a medida que comerciantes y eruditos extendían sus rutas comerciales desde el imperio de Malí hacia las zonas de las selvas del sur. Este comercio llevó consigo una expansión del islam y la cultura islámica.

Las ocho mezquitas declaradas patrimonio de la humanidad son las que mejor se conservan de las 20 que han sobrevivido. A principios del siglo XX se contabilizaban varios cientos, pero hoy ya no quedan rastros de la mayoría de ellas.

Son siete pueblos y ocho mezquitas porque en Kong se conservan dos: la grande (con una capacidad para unas 400 personas) y la pequeña (en la que entran unas 50), esta última en el barrio de Barora. Desde ella se divisan las torres de la más grande entre un mar de modernos tejados de cinc. Son los dos únicos vestigios que sobreviven de lo que fue la capital del reino de Kong, ciudad que alcanzó su esplendor cuando los comerciantes de Malí comenzaron a penetrar el territorio senufo.

La mezquita grande puede ser visitada fuera de las horas de oración. Las luces eléctricas dan visibilidad a pasillos cubiertos de arena fina sobre los que se extienden alfombras y tapetes para facilitar las plegarias de los fieles. Antes de la llegada de la electricidad unos lucernarios en el tejado, como bocas de tinajas, sobre los que reposan pesados discos de madera, eran abiertos al comienzo de los rezos para iluminar la estancia. Poco más hay que ver: muros, vigas y techos formados con palos. Una escalera, también de barro, con escalones altos y muy irregulares permitía al almuédano subir hasta el minarete para convocar a los fieles a la oración.

La mezquita pequeña está construida con un barro más oscuro que el empleado en la anterior y delante de ella hay una gran tumba de un hombre santo. Varias ovejas, los únicos seres vivos que se ven en su entorno, aprovechan la sombra de sus muros y reposan plácidamente entre sus contrafuertes. Es difícil encontrar a una persona que abra sus puertas para poder acceder a su interior.

Los lugares declarados patrimonio de la humanidad en los países de África subsahariana son muchos menos que en los reconocidos en otras regiones del mundo. En la sesión celebrada en julio de este año, tras un 2020 sin ninguna por causa de la pandemia, la UNESCO aprobó 36 nuevos sitos, de los que solo dos son africanos: las mezquitas y el parque nacional Ivindo en Gabón, según informó el diario El país.

 



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