La mezquita ha sido testigo de una increíble sucesión de gobernantes y es además una de las más prestigiosas y uno de los más antiguos santuarios del Occidente musulmán.

En 845 Qayrawán se convirtió en uno de los principales centros culturales del Islam, atrayendo a estudiantes e investigadores de todas partes del mundo, en especial desde la España musulmana, por una afinidad de creencias y doctrinas que hacen el lugar muy atractivo y deseable, tal como el magnetismo que ejerce Jerusalén en los cristianos, que añoran ir a conocerlo alguna vez por ser afín a su fe y a su creencia de la historia religiosa.

En Qayrawán y Zaytuna en Túnez se enseñaban ciencias y religión, como el Corán, astronomía, medicina y gramática. Todos los habitantes de la ciudad apoyaron la creación de la biblioteca y centro de enseñanzas de Qayrawán, siendo las mujeres parte muy activa en la formación de esta comunidad educativa, cosa que llama la atención por el estigma que pesa sobre todos los pueblos musulmanes, sobre todo porque según algunos voceros occidentales desinformados afirman que en el pasado los musulmanes no dejaban ni siquiera tomar un libro a una mujer. Qayrawán es uno de los muchos ejemplos donde las mujeres musulmanas buscaron el aprendizaje y el conocimiento y los encontraron.

Las clases de medicina en Qayrawán fueron impartidas por Ziad Bin Jalfun, Ishak Bin Imram Ishak y Bin Sulayman, cuyas obras fueron traducidas posteriormente por Constantino el Africano (1020-1087) en el siglo XI. La primera facultad de medicina se instaló en Salerno, al sur de Italia, en Europa, convirtiéndose en la primera institución de aprendizaje superior de Europa Latina gracias al legado obtenido por los sabios musulmanes de Qayrawán.