Aviones israelíes lanzaron ataques sobre la ciudad de Gaza el martes después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a Hamás de violar el alto al fuego en el territorio palestino y ordenó al ejército llevar a cabo “ataques poderosos”.
Los ataques israelíes tuvieron como objetivo una zona cercana al hospital de Shifa, el mayor en operaciones del norte de Gaza, según testigos y medios de comunicación locales.
Al menos 37 personas fueron asesinadas, entre ellas 16 niños y 6 mujeres, en bombardeos israelíes en toda la Franja de Gaza, dentro de la oleada de ataques del Ejército israelí como respuesta a lo que el Gobierno de Benjamín Netanyahu califica de violaciones del alto el fuego de Hamas.
El gobierno de la Franja de Gaza anunció que el ejército de Israel llevó a cabo esta serie de ataques intensificados en respuesta a lo que calificó como una “violación” del acuerdo de intercambio de rehenes cuando se entregaron restos que, según análisis forenses de Israel, correspondían al rehén Ofir Tzarfati.
Según la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu ordenó los bombardeos “inmediatamente” tras concluir que los restos entregados por Hamás implicaban una infracción del pacto de alto el fuego vigente.
El acuerdo de tregua entre Israel y Hamás incluía la devolución de rehenes y cuerpos como paso clave para avanzar hacia una paz más duradera.
Sin embargo, la entrega de los restos erróneos —o al menos de restos previamente identificados— ha sido descrita por los israelíes como una provocación deliberada.
El episodio reabre las hostilidades en una Franja ya frágil: con los nuevos ataques israelíes, crece la preocupación internacional por la seguridad de los civiles palestinos atrapados entre la ofensiva militar y la represalia.
Por su parte, Hamás respondió acusando a Israel de utilizar el incidente para justificar una escalada militar, y de no respetar los compromisos humanitarios pactados durante el alto al fuego.