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Sunday 14 de December de 2025
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Así viven los musulmanes el ayuno del Ramadán en la ciudad de Córdoba

Así viven los musulmanes el ayuno del Ramadán en la ciudad de Córdoba

AIN.- Mohammad, Farid, Faruq, Karina Ortiz, Carina Jabase, Julio el Sukaría y Jorge Abugahch cortan el saum o ayuno del Ramadán a las 18.25 con dátiles y un vaso de agua en la Sociedad Árabe Musulmana de Córdoba, que funciona en calle Obispo Salguero al 200, en el centro de la ciudad de Córdoba.
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Monday 04 de Jul.
Así viven los musulmanes el ayuno del Ramadán en la ciudad de Córdoba
AIN.- Mohammad, Farid, Marcos Faruq, Karina Ortiz, Carina Jabase, Julio el Sukaría y Jorge Abugauch cortan el Saum o ayuno del Ramadán a las 18.25 con dátiles y un vaso de agua en la Sociedad Árabe Musulmana de Córdoba, que funciona en calle Obispo Salguero al 200, en el centro de la ciudad de Córdoba.

“Empezás a ayunar antes de que sale el Sol, 6.30, y cortás el ayuno cuando se esconde. El horario justo lo da el Observatorio Meteorológico”, explica Julio El Sukaría.

Julio es hijo de Mounif el Sukaría, un libanés que cursó la Universidad en Beirut para convertirse en sheij y, luego, fue imam en Córdoba durante años, hasta su muerte en 2002, informa el portal, La Voz.

“Mi papa murió en Ramadán, el último día. El Corán dice que el que muere ayunando va directamente al Paraíso”, explica Julio. Ortiz, Jabase y Faruq se convirtieron al islam hace algunos años.

Todos coinciden en que la gente siente curiosidad por conocer por qué y para qué ayunan, si adelgazan mucho o cómo resisten la tentación de probar un plato de comida o saciar la sed con un vaso de agua.

No pueden hacerlo los enfermos, las personas con medicación crónica, las embarazadas, los viajeros, las mujeres durante su período menstrual y los niños. Su cumplimiento es una cuestión personal, de conciencia.

“El ayuno no es para poner en riesgo tu vida, es una purificación espiritual. No es una flagelación”, explica El Sukaría, que trabaja en la industria alimentaria.

Marcos decidió abrazar el Islam a los 16 años, cuando buscaba respuestas espirituales. Desde 2006 es musulmán. “Te vas acostumbrando. En el estudio es un poco dificultoso porque cuando estás sin comer, estás más distraído”, dice. De todos modos, asegura que lo más difícil del ayuno no es despojarse de la comida y la bebida. “Lo más complicado es vencer la rebelión interna de uno, el carácter, manejar el ego, no prenderse en las discusiones”, opina.

Todos coinciden en que en los hogares musulmanes, el ayuno se vive como una fiesta. Todo el año se espera. “El ayuno no es un sacrificio para nosotros. Es un privilegio. Yo soy asistente de un funcionario en Casa de Gobierno y una de mis tareas es servirle la comida y me dice: ‘Uh, vos estás ayunando’. Pero a mí no me crea ninguna molestia”, asegura Ortiz, que usa el velo ( hiyab ) con que cubre su cabeza.

Karina es bisnieta de libaneses y se convirtió al islam. “Yo recuerdo a mi bisabuelo en la hora del Magrib que recitaba el Corán, yo pensaba que cantaba en el patio”, dice. Hace 18 años que llegó a la Sociedad Árabe Musulmana buscando respuestas que, al final, encontró. “Ahí entendí un montón de cosas, porque a pesar de que en mi casa no se practicaba la religión, mi abuela nos había enseñado costumbres. Yo no entendía por qué hacíamos ciertas cosas que los otros no hacían”, cuenta.

Carina Jabase es descendiente de familia árabe, católica ortodoxa. “Quería ir más para atrás, sabía que había otra raíz y empecé a conocer cuáles eran las ramas del islam. Primero estudié el idioma y luego empecé a venir a la Sociedad Árabe Musulmana a escuchar los sermones de los viernes, y me quedé.

De esto hace ya cinco o seis años”, remarca. Es cocinera en la institución. Farid es egipcio. Es el cuarto Ramadán que pasa en Córdoba, lugar en el que se casó con una cordobesa que conoció por Internet, y donde abrió un restaurante de comida árabe. Aquí también está su hermano, de 16 años, que llegó hace un mes y su madre, que está pasando un tiempo en la provincia. “El ayuno es para Dios. Es un sacrificio que podés disfrutarlo si tenés fe”, dice.
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