El Parlamento austriaco aprobó la medida impulsada por el Gobierno conservador pese a las objeciones de organizaciones de Derechos Humanos y del Partido Verde, que advierten vulneración constitucional y riesgo de mayor polarización social.
El Parlamento austriaco aprobó la medida impulsada por el Gobierno conservador pese a las objeciones de organizaciones de Derechos Humanos y del Partido Verde, que advierten vulneración constitucional y riesgo de mayor polarización social.