Lo que comenzó 10 días atrás en una de las más prestigiosas casas de estudios del país fue la mecha para que esta semana las manifestaciones y acampes explotaran en otras 60 universidades, con más de 500 detenidos en los últimos días, en un movimiento de protesta que ya se compara con el que se vivió durante la guerra de Vietnam.
La noticia se expandió como un rayo entre los jóvenes a través de los teléfonos y redes sociales: la policía de Nueva York había intentado levantar por la fuerza un campamento de protesta propalestino en la Universidad de Columbia, con más de 100 estudiantes arrestados en medio de un caos que sumió al tradicional campus del norte de Manhattan en enorme tensión, según Clarín.
Al día siguiente el acampe no solo no había desaparecido sino que se había agrandado en solidaridad con los arrestados. Además, se multiplicaron en todo Estados Unidos.
Motivos de la furia
Además de Columbia, campus de las universidades de New York, Harvard, Notre Dame, Texas, Yale, Northwestern, Northeastern, South California, Austin, George Washington, Michigan, Emory y decenas más están al rojo vivo con protestas, tensión con la policía y acampes que brotan como hongos.
La mayoría de las manifestaciones se opone a la guerra en Gaza, que ya ha cobrado más de 34.000 vidas, y rechaza el apoyo incondicional del presidente Joe Biden al gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Nentanyahu, que ha lanzado una ofensiva indiscriminada sobre la Franja en respuesta al ataque de Hamas del 7 de octubre. Netanyahu acusa a estos jóvenes estadounidenses de antisemitismo.
Además, los manifestantes exigen que las universidades dejen de recibir donaciones de Israel y que eliminen las inversiones que mantienen en fabricantes de armas. “Queremos que la universidad pare de invertir en compañías que están participando en el genocidio de palestinos y ganando dinero con ello y dé a conocer sus nombres”, clamó Darialisa Ávila Chevalier, portavoz de los manifestantes en Columbia.